
Todos a Bordo con Gustavo Mora
Bienvenido y bienvenida a este tu espacio.Soy Gustavo Mora, Educador Especial, Administrador Educativo, Psicopedagogo y Experto en Crianza, he dedicado 17 años al trabajo con niños, niñas y jóvenes. Me he formado dentro y fuera de Costa Rica en temas de Desarrollo Infantil y Crianza.Decidí generar este espacio para reglarte información valiosa que te permita entender mejor a la niñez y a la adolescencia y así, los puedas acompañar desde un lugar más respetuoso. De la mano de expertos nacionales e internaciones, te brindaremos episodio tras episodio, un abanico enorme de herramientas para el día a día.Espero lo disfrutes y aproveches en grande. Un abrazo.
Todos a Bordo con Gustavo Mora
DUALIDAD EN LA MATERNIDAD
La dualidad en la maternidad, ese equilibrio delicado entre amar y, en ocasiones, odiar, es una realidad compleja que muchas madres experimentan. A veces, se se presenta una visión idealizada de la maternidad, como si el amor hacia los hijos fuera la única emoción que se debería sentir. Sin embargo, la verdadera maternidad es mucho más rica y matizada que eso.
Amar a los hijos profundamente es un sentimiento que trasciende las palabras. Es un amor que se siente en cada fibra del ser, un amor que llena de alegría, satisfacción y propósito. Pero, al mismo tiempo, la maternidad también desafía de maneras que nunca habían imaginado.
Las noches sin dormir, los berrinches, las responsabilidades constantes pueden llevarte al límite de la paciencia y resistencia. En esos momentos de agotamiento y frustración, es natural sentir una especie de odio momentáneo hacia la maternidad. Sentir que necesitas un respiro, un espacio para ustedes mismas, una pausa en esta vorágine de responsabilidades.
Esta dualidad, este amor y odio simultáneo, no las hace malas madres ni significa que no ames a tus hijos. Al contrario, es una manifestación de nuestra humanidad. La maternidad es compleja, y las emociones pueden ser igual de complicadas. Es importante que aceptes estos sentimientos contradictorios como una parte normal de la experiencia de ser madre.
La dualidad en la maternidad también enseña sobre la importancia del autocuidado. Para amar y cuidar a los hijos de la mejor manera posible, se necesita cuidarse a ustedes mismas. No es egoísmo tomarnos un tiempo para recargar nuestras energías, buscar apoyo cuando lo necesitamos y reconocer que la maternidad es un desafío que todos enfrentamos de manera diferente.
En última instancia, la dualidad en la maternidad recuerda que ser madre es un viaje en constante evolución. Amar y, en ocasiones, odiar son solo dos caras de una moneda que representa el amor profundo y duradero que se siente por los hijos. Aceptar y abrazar esta dualidad es parte de lo que hace que la maternidad sea una experiencia tan rica y significativa. En cada altibajo y en cada momento de alegría, se está moldeando no solo la vida de los hijos, sino también la tuya.
Un abrazo grande Gus.